Este plato es tan español y tan rico, que la verdad es que no conozco a nadie que no le guste. Se ha popularizado de tal manera que hasta en los mejores restaurantes de cualquier provincia los sirven como una delicatessen. Pues ahí va mi forma de prepararlos, espero que os gusten e inmediatamente os pongáis a prepararlos.
Ingredientes:
2 de patatas para freír por comensal
2 huevos por comensal
Aceite de oliva
Aceite de girasol
Sal
Elaboración:
Yo para freír los huevos utilizo una sartén honda y con
bastante aceite de oliva, de lo contrario quedan como a la plancha. Cuando el
aceite está bien caliente, se echan los huevos y se fríen de uno en uno. Si el
huevo es fresco, enseguida se hace como un nido, y con la espumadera se va
echando aceite por encima, y cuando queda bien suelto y flotando en la sartén,
se saca y listo para degustar, se le puede añadir sal al gusto.
Los huevos fritos deberían quedar con la yema más bien
liquida, pero a quién no le gusto así, pues que la haga más cuajada o incluso
darles la vuelta, cada cual los puede hacer a su gusto. Lo ideal es conseguir
un huevo con la yema redonda y liquida, la clara bien dorada por los
laterales, lo que se conoce como la puntilla y por dentro bien hecha y blanca.
Para freír las patatas utilizo un Wok, en el pongo al 50% aceite
de oliva y aceite de girasol. Yo utilizo el Wok, porque es ideal para fritos,
mantiene muy bien la temperatura alta.
Se pelan y se cortan en forma alargada del grosor que a cada
uno le guste. Se lavan y se les pone un poco de sal, pero poca, se fríen en
aceite bien caliente, y cuando están bien sueltas y doradas se sacan y he echan
en el plato y se les rectifica de sal.
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